Llevaba preparando este artículo desde hace varios días, pero lo publico hoy dado que esta fecha (5 de diciembre de 2024), será recordada por muchos y apuesto a que señalará en el futuro como un gran hito.

¿Por qué razón? Porque hoy el valor de un bitcoin ha superado por primera vez la línea simbólica de los 100.000 dólares, nada más y nada menos.

Bitcoin es mucho más que su valor en monedas basura (dólares, euros, etc., aquellas cuya capacidad de almacenar riqueza se va deteriorando con el tiempo).

Al superar la barrera de los $100k, se abre un escenario nuevo, y, lógicamente no es por casualidad, hay muchas razones detrás para que alcance esta valoración: próximo gobierno de Trump pro-bitcoin, un interés creciente de grandes y no tan grandes empresas por mantener parte de su tesorería en bitcoins, un mayor conocimiento de qué es Bitcoin (diferenciándolo de lo crypto), inversores comprando los ETFs de los grandes fondos como si no hubiese un mañana, países legislando favorablemente para crear un ecosistema innovador alrededor y un larguísimo etcétera, mientras…, se reduce la oferta de bitcoins disponibles y cada vez hay más proyectos innovadores en el ecosistema.

Pero no quiero hablar aquí del momento actual, sino de lo que yo, como ingeniero informático desde hace más de veinticinco años, he aprendido estudiando esta tecnología, y que no es poca cosa, desde que comence a interesarme desde el 2019.

Al final, te propongo una lista de libros para que entiendas mejor de qué va todo esto y de cómo puede reformular el sistema financiero en el futuro, si es que no lo está haciendo ya.

Algunos hechos sobre Bitcoin a día de hoy:

  • Superada la barrera simbólica y psicológica de los $100k.
  • En apenas un año, ha llegado la inversión institucional, como los ETFs, aunque sobre esto hay muchas críticas y polémicas porque aleja a Bitcoin de su propósito fundamental.
  • Propuestas por parte de gobiernos como el próximo de Trump de crear una “reserva estratégica”.
  • Industria alrededor de Bitcoin en auge.
  • Su comportamiento en valor y tendencia es similar al de anteriores ciclos post-halving, nada más y nada menos.

Estos son hechos recientes de este mismo año que cualquiera que haya seguido esta tecnología sabe o puede comprobar fácilmente.

Lo que quiero decir con lo anterior es que a estas alturas, no hay ninguna duda de que Bitcoin (la tecnología que lo implementa) ha venido para quedarse y no hay vuelta atrás.

Cuando comienzas a aprender sobre Bitcoin, la primera cuestión dogmática que te replanteas y cuestionas es ¿qué es el dinero en realidad?. Y a continuación, te das cuenta de lo poco que sabes sobre algo para lo que te levantas para ir a trabajar, que usas a diario, que te genera puede que grandes desvelos o alegrías, algo que además esperas almacenar de algún modo para el futuro, el futuro de tus niños, comprarte una casa, tu jubilación, quién sabe, esperando que eso que guardas, mantenga su valor.

El buen dinero (sound money), cumple estas tres reglas:

  • Actúa como unidad de cuenta: es útil para valorar y comparar lo que adquieres o vendes, esto es, permite expresar su precio.
  • Sirve para intercambiar productos y servicios, y es aceptado de forma generalizada.
  • Actúa como reserva de valor: se espera que no pierda poder adquisitivo con el tiempo y puedas acumular en él tu riqueza (aquello por lo que has pasado tanto tiempo trabajando).

Si entrar en detalles, el dinero fiduciario (emitido por los bancos centrales y no respaldado por nada, como el euro y el dólar), cumple, qué duda cabe, con el primer y segundo punto (prácticamente por imposición legal).

Pero no el tercero y si no, prueba a ahorrar 100€ al mes y dentro de veinte años me cuentas lo que puedas comprar con ese dinero ahorrado y devaluado año tras año.

Una imagen vale más que mil palabras:

 

¿Y por qué ocurre esto? Muy simplificadamente y a riesgo de no ser preciso, porque los estados (sus gobiernos) tienen capacidad de endeudarse (pedirle dinero prestado impreso de la nada a los bancos centrales), para financiar sus políticas, gastando más de lo que ingresan, muchísimo más, de hecho. ¿Y qué pasa cuando se inunda el mercado de algo masivamente? Pues que pierde valor: inflación y aumento de impuestos para equilibrar el exceso de gasto.

Hay quien dice que a la revolución francesa le faltó algo esencial: separar al gobierno de la emisión monetaria.

Pues de todo esto va Bitcoin.

Todavía hoy, los que siguen criticando la tecnología Bitcoin, caen en el mismo error que aquellos que por los años noventa, opinaban que Internet no iría a ningún lado, que no servía para nada más allá del ámbito académico, que nadie tendría un ordenador en sus casas y una larga lista afirmaciones que nos parecen hoy día una barbaridad: la realidad es bien distinta, y como pasa con todo lo disruptivo, al principio, solo unos pocos lo entienden, y poco a poco, el fenómeno va creciendo hasta que termina en una auténtica bola de nieve e implantándose masivamente.

Pasó con la electricidad, el ferrocarril, la aviación, con Internet… y ahora con Bitcoin, con tan solo 16 años de vida.

Así es, Bitcoin (el proyecto software), tiene 16 años de vida desde que su creador (o creadores) bajo el pseudónimo de Satoshi Nakamoto, publicó el whitepaper indicando cómo se podría crear un dinero digital que resolviera el problema del doble gasto e inhackeable basado en pruebas de consenso, resolviendo los problemas que habían impedido hasta el momento implementar algo así.

En realidad se cree que Satoshi Nakamoto publicó el whitepaper después de implementar una primera versión del protocolo y comprobar que funcionaba.

Satoshi, que a día de hoy sigue en el anonimato, unió un conjunto de tecnologías que ya existían por entonces y que llevaban años de estudio y uso, algunas, como la criptografía, muy relacionada con círculos cyberpunks.

La genialidad consistió en unirlas para crear algo nuevo, algo extraordinariamente nuevo y disruptivo.

Tan nuevo y exitoso que aún hoy es inmensamente incomprendido por la mayoría de la humadidad: los cambios de paradigmas cuestan mucho trabajo de digerir.

Lee bien lo que voy viene a continuación (mejor, léelo varias veces):

Con Internet, se democratizó la transmisión de información, algo indudable hoy día, hasta el punto de transformar economías, modelos de negocio y hasta nuestras propias vidas cuando ya no solo tenemos un ordenador en casa, sino varios: varios portátiles, varios PCs y un smart phone del que no nos podemos despegar y que ya forma parte de nuestra piel.

Bitcoin es un cambio de paradigma radical: democratiza la transmisión de valor.

Bitcoin inventa algo nuevo e inexistente hasta ahora: la propiedad digital.

Pero una auténtica propiedad, que no depende de las garantías de un tercer (banco, estado, institución) y es inembargable (nadie te lo puede quitar salvo que te torturen para que desveles tus claves de acceso a tus direcciones).

Nada es más excitante cuando uno trabaja en algo durante mucho tiempo y por fin está listo para que salga a la luz.

Llevo varios años entusiasmado por todo lo relacionado con Bitcoin en particular y el mundo cripto en general, y lo que más me entusiasma de todo esto son las profundas implicaciones y el gran impacto que van a tener (tienen ya) en la sociedad y en nuestra relación con "el dinero", y así lo creo.

Para mí, estamos en un momento de cambio, aunque no se hable de ello continuamente, tan solo noticias a veces entusiastas y en otras ocasiones alarmantes, de un cambio tan profundo como fue la aparición al comienzo de Internet y su expansión exponencial años más tarde. Ahora toca algo igual o más importante: modernizar el dinero, ni más ni menos, porque Bitcoin es el "Internet del dinero".

Mi primer contacto con Bitcoin fue en el 2013, tal y como comento en la introducción de este nuevo libro, pero perdí el interés hasta años más tarde, en el 2018; a medida que leía y leía y profundizaba en Bitcoin y el mundo cripto, fui poco a poco comprendiendo las implicaciones y la importancia de todo esto.

Pensé entonces que llegaba tarde a la fiesta, para descubrir que, en realidad, aún estamos en una fase de adopción muy temprana.

Me he leído todo lo que ha caído en mis manos sobre Bitcoin y temas relacionados (libros que incluyo en la bibliografía) y raro es el día en que no lea un artículo o dedique un rato a este sector emergente. Es más, sigo en LinkedIn a numerosas empresas y profesionales que se dedican ya a esto.

También pienso que estamos ante una enorme oportunidad para los desarrolladores de software, con una demanda de profesionales que sepan de esto, solo hay que buscar las remuneraciones que se ofrecen.

Es más, comencé trabajando en un libro para enseñar a "programar servicios con Bitcoin", puesto que me he familiarizado con sus detalles técnicos y su uso, pero pronto me di cuenta de que incluso en nuestro sector, hay un gran vacío de su comprensión incluso rechazo (por falta de información, eso es lo que creo).

De modo que me propuse escribir un libro diferente de todo lo que había leía hasta entonces (demasiado académico o demasiado superificial o muy técnico), y que con él, cualquier persona sin conocimientos previos ni de Bitcoin ni siquiera con algún bagaje técnico, pudiese entender de qué va todo esto.

Esto es, este es mi primer libro para un público en general.

Tal y como digo en el libro, comprender Bitcoin requiere entender también el sistema económico actual, inflacionario por naturaleza y basado en deuda, a lo que dedico algunos capítulos. Me temo que muchos se llevarán grandes sorpresas al comprender mejor las trampas de nuestro sistema económico, con sus bondades pero también con sus defectos sistémicos.

Y es que Bitcoin nace como una alternativa a todo ello, de ahí el discurso ácido y agresivo de muchos agentes económicos, como bancos, instituciones de inversión, y hasta gobierno, etc. Claro, viene una tecnología que los deja obsoletos, inevitablemente y le quita al "poder" nada más y nada menos que la política monetaria.

Esto, ahora, puede parecer asombroso y hasta inquietante para algunos, para otros es una gran esperanza y oportunidad para la humanidad en general. No hay que irse muy lejos cuando eso del "libre intercambio de la información" que supone Internet, ponía nervioso a políticos allá por los 90 (algo que yo mismo presencié en aquella época).

Ya hay países que aceptan Bitcoin como "moneda legal", y su expansión tiene que ser inevitable. ¿Por qué? Porque sus atributos como moneda son muy superiores y no existe nada igual, del mismo modo el que correo electrónico dejó obsoleto el correo postal, por poner un ejemplo.

Jack Dorsey, el ex CEO y fundador de Twitter, dejó hace unos meses ese puesto para dedicarse totalmente a Block y fomentar Bitcoin y las finanzas descentralizadas, así que yo me pregunto que qué habrá visto como visionario en ese sector.

No sé si tienes ya una opinión sobre Bitcoin y la industria cripto que se está creando, pero te animo a leer este nuevo libro que acabo de lanzar con la ilusión de acercar esta nueva revolución a cualquiera que quiera aprender sobre ella y aprovechar todas las ventajas que tenemos ahora en esta etapa de adopción todavía temprana (aunque se estima que ya hay unos 140 millones de personas con cuentas de Bitcoin).

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