South Summit 2015
Un artículo de Rafa G. Blanes
El pasado 7 y 8 de octubre estuve en uno de los mayores eventos sobre start-ups del sur de Europa, el South Summit, en un auditorio un poco peculiar (la Plaza de Toros de Las Ventas de Madrid). Vinieron muchísimos asistentes de todas partes del mundo y la agenda estaba cargada de interesantísimas charlas con actores de primer nivel, tanto de empresas muy conocidas como inversores de capital riesgo y business angels.
Si bien había empresas ya consolidadas y starts-ups de muchos tipos distintos, la mayoría tenían una base tecnológica que, de una manera u otra, incorporan el software como pieza fundamental. Todavía me preguntan si las ciencias de la computación tienen futuro o no.
Me llamó mucho la atención algunas colas que vi en algún momento de gente que iba a presentar sus proyectos a inversores con el típico pitch que no puede durar más de unos pocos minutos.
Estuvieron desde la deslumbrante Gwynne Shotwell de SpaceX hasta Adeyemi Ajao, actualmente en Workaday y que fue uno de los fundadores de Tuenti (el Facebook español), pasando por Paul Ford de Sendgrid y Jeroen Merchiers de Airbnb, que dio una interensantísima charla de título "Disrupting Markets: The Sharing Economy" junto con muchísimos otros de areas y mercados distintos.
Gente inspiradora que sin duda tienen muchos fracasos detrás para conseguir cualquier éxito.
Quería hablar un poco de mi experiencia asistiendo al South Summit, pero también reflexionar por qué debemos incorporar en nuestra agenda el salir de la oficina de vez de en cuando para asistir a charlas o reuniones profesionales.
Siempre intento estar un poco al tanto de seminarios y eventos interesantes a los que pueda asistir. Cuesta muchísimo trabajo sacar tiempo de tu día a día y organizarte para asistir a cualquier tipo de charla o sesión. En muchas ocasiones tienes la sensación de que has perdido el tiempo y en otras vuelves encantado por la gente interesante que has conocido o por las inciativas fantásticas que has visto.
Viendo lo que hacen otros, aprendes a encaminar mejor todos tus nuevos proyectos e iniciativas, tanto si te consideras un llanero solitario o un auténtico intraemprendedor que propone mejorar continuamente el camino de la empresa en la que trabajas.
No voy a repetir eso tan manido de que vivimos en un mundo interconectado, aunque no siempre entendemos que esta interconexión no consiste en enviar invitaciones masivas a cuentas de LinkedIn a tipos que crees que te pueden aportar algo. En mi opinión, trabajes desde donde trabajes, forma parte de nuestra profesión asistir a eventos relacionados con tu día a día y puntualmente también a eventos que crees que están un poco fuera de la órbita de tu sector. Terminas conociendo a gente que tiene los mismos problemas que tú pero también a quienes ya han llegado adonde tú quieres llegar (si es que tienes algún tipo de meta profesional, claro) y que todos, absolutamente todos, han avanzando resolviendo problemas, aportando valor a sus clientes y viendo las cosas de otro modo.
¿Habrá alguna relación entre aquellos que consiguen mejores resultados y su asistencia continua a foros, seminarios, eventos, encuentros profesionales, etc.? Estoy seguro de que sí.
Por mi parte intento asistir a todos las citas que veo más o menos interesantes, a veces me resulta imposible por motivos de agenda. En muchas de las que asisto suelo salir de ellas con información interesante y valiosa que mejora la actividad de tu compañía; lo considero también un tipo de formación.
No en vano, también estuve recientemente en Madrid en un seminario impartido por Microsoft para ISVs (independent software vendors) de donde salimos encantados entre otras cosas por la charla que nos dio Omar Mahout, autor del libro Lean Pricing (que por cierto, nos regalaron) y por la apuesta total de esa compañía por Azure y la oportunidad para empresas desarrolladores de software de estar presentes en el Azure Marketplace.
Y es que no es sólo información lo que te traes, también los contactos de compañías y personas con las que puede que en algún momento puedas colaborar; también te traes deberes en forma de muchísima información que después tienes que digerir e investigar más por tu cuenta si es que piensas que le puedes sacar algún provecho.