Tanto si llevas años desarrollando software como si acabas de empezar, vas a entender qué distingue a un buen profesional y vas a conocer de primera mano todos aspectos relacionados con la creación de un buen proyecto software, muchos de ellos muy sutiles y que nada tienen que ver con cuestiones técnicas.
¿Por qué fallan los proyectos de software? ¿Es un éxito un proyecto que sencillamente cumple con las fechas? ¿Un buen profesional es aquel que domina técnicamente esto o lo otro?
Yo me he planteado durante años estas cuestiones; es más, las he sufrido directamente y la mayoría de los errores que describo en El Libro Negro del Programador los he cometido, uno tras otro.
Hay cosas que solo se aprenden desde la experiencia; después de casi veinte años viviendo del software, algo he aprendido, de la mano, además, de grandes autores como Robert C. Martin, Fowler y tantos otros que han reflexionado también sobre estos temas.
Aprenderás qué es la deuda técnica y cómo se produce.
Te convencerás de lo importante que es no dejar la realización de tests para el final; esto está muy relacionado con la procrastinación.
Te darás cuenta por qué es importante, en un contexto de desarrollo ágil, emplear principios de diseño en todo momento.
Amarás la inversión de control, la inyección de depedencias, el principio de responsabilidad única, la integración continua, y terminarán convirtiéndose en tu lista de mandamientos a cumplir sí o sí.
No tendrás duda de que las dinámicas de grupo negativas (manzanas podridas, falsos gurús, gente soberbia), son un verdadero problema para tener éxito en un proyecto.
Demasiadas veces he visto cómo una aplicación ha habido que tirarla a la basura por su inmantenibilidad o ilegibilidad, y siempre por las mismas razones. Verás por qué el software se corrompe y entenderás las sutilezas que implican la toma de ciertas decisiones.
Este no es un libro técnico, no te va a mostrar ninguna línea de código, pero te permitirá multiplicar por mil la calidad de tu trabajo y, por tanto, tu progresión como profesional del desarrollo de software.
En la edición de 2017, además, he incluido un capítulo sobre emprendimiento y sobre por qué los desarrolladores de software lo tenemos más fácil para crear startups en una economía que se mueve hacia lo digital.
¿Te faltan más razones para leer El Libro Negro del Programador?